El fabricante de aerogeneradores marinos Vestas se ha convertido en la última víctima de un ciberataque después de que sus sistemas informáticos internos fueran atacados, lo que ha provocado el cierre de parte de sus operaciones comerciales.
La empresa danesa ha anunciado que está trabajando sin descanso para contener el incidente de ciberseguridad que se produjo el viernes, con esfuerzos dirigidos a evaluar la situación y restablecer la integridad de sus sistemas informáticos.
«En este momento, el trabajo y la investigación siguen en curso», dijo la empresa en un comunicado.
La empresa añadió que no hay indicios de que el incidente haya afectado a las operaciones de terceros, incluidas las de los clientes y la cadena de suministro.
Las unidades de fabricación, construcción y servicio del fabricante de turbinas siguen funcionando, aunque varios sistemas informáticos operativos se han desconectado como medida de precaución. La empresa dijo que ya ha iniciado una reapertura gradual y controlada de todos los sistemas informáticos.
El cierre se produce en un momento en el que Vestas está haciendo frente a las pandemias de la cadena de suministro y trabajando para atender un número creciente de pedidos. En sus resultados financieros del tercer trimestre, publicados a principios de este mes, Vestas dijo que el valor de su cartera combinada de pedidos de aerogeneradores y acuerdos de servicio se situaba en 53.500 millones de dólares, lo que supone un saludable aumento de 15.100 millones de dólares en comparación con el mismo periodo del año anterior. La entrada trimestral de pedidos firmes de aerogeneradores ascendió a 3.727 MW. Durante el periodo, la empresa generó unos ingresos de 6.200 millones de dólares, un aumento del 16%.
La empresa ha manifestado en repetidas ocasiones que la inestabilidad de la cadena de suministro y la inflación de los costes provocada por la pandemia del COVID-19 han tenido repercusiones negativas en el sector de la energía eólica, una realidad que ha llevado al fabricante de aerogeneradores a ajustar su EBIT para todo el año, que ahora se espera que se sitúe en torno al cuatro por ciento, frente al 5-7 por ciento anterior. Vestas, que está probando la turbina eólica marina más alta y potente del mundo, cerró recientemente tres fábricas en Europa para reducir costes.
