Los ataques por parte de los piratas contra barcos en el Golfo de Guinea de África Occidental han aumentado al punto de desafiar a las fuerzas militares regionales.
El pasado sábado, piratas de Nigeria secuestraron a 15 marineros de un buque portacontenedores procedente de Turquía, dejando como resultado el deceso de uno de los tripulantes.
Golfo de Guinea ¿Azotado por la llamada maldición de los recursos naturales?
En países en desarrollo, la llamada maldición de los recursos o paradoja de la abundancia, consiste en que las zonas más ricas en minerales y combustibles se desarrollen menos que en los lugares donde estos escasean. Estas irregularidades dan como resultado la articulación de bandas armadas, conformadas por hombres abocados a obtener dinero en una variedad de actividades ilegales como lo son el secuestro, el robo, la refinación de petróleo y la piratería.
La región produce la mayor parte del petróleo del país, sin embargo, esto la convierte en blanco de esta paradoja ya que favorece la proliferación de la piratería, la acumulación de riquezas en un sector minoritario, la contaminación y una tasa alta de desempleo en todo el país.
Otra de las actividades ilícitas que llevan a cabo son los secuestros a la tripulación que operan los buques que navegan en estas latitudes. Suelen llevarlos a los arroyos que serpentean a través de la región pantanosa.
La Oficina Marítima Internacional ha registrado un aumento constante de estos secuestros en los últimos años, que afectan a todos, desde los pescadores hasta la tripulación internacional de los titanes petroleros. Los piratas que alguna vez robaron cargamentos o extrajeron petróleo, descubrieron que algunas empresas pagarían grandes sumas de dinero para rescatar a la tripulación secuestrada.
El descenso en el precio del petróleo del año pasado y la segunda recesión de Nigeria en cinco años, empeoraron el desempleo y las dificultades económicas aumentaron.
Max Williams, director de cumplimiento de la firma de seguridad Africa Risk Compliance, aseguró que el ataque del sábado refleja aún más riesgo.
Irrumpir en la ciudadela y matar a un miembro de la tripulación es una escalada grave;, dijo Williams
Williams agregó que los ataques más alejados del mar (el ataque del sábado tuvo lugar a 200 millas náuticas de la costa) reflejan una creciente evolución en el modus operandi ya que es menos probable que las embarcaciones más alejadas de la costa tengan protección naval.
¿Cómo se ve afectado el Comercio?
El Golfo de Guinea limita con más de 20 países. Las aguas son la ruta clave para todo, desde el acero hasta los refrescos, en una región que depende en gran medida de las importaciones y la principal vía de exportación de petróleo, cacao y otros productos básicos.
Los buques aún recorren esta ruta a un costo muy alto. Jakob Larsen, jefe de seguridad de la asociación comercial de transporte marítimo BIMCO, explicó que los costos de los seguros aumentan debido a los ataques y que las tarifas de flete son más caras ya que algunas naves evitan la región, lo que reduce la cantidad disponible de estas.
El seguro de secuestro y rescate también puede valer a las compañías navieras varios millones de dólares al año, aunque la mayoría se niega a discutir detalles específicos por temor a que pueda convertir a los buques cubiertos en un objetivo.
Dichos costos generalmente se transfieren a los consumidores, y Larsen dijo que también hay altos costos indirectos debido al negocio y la inversión que no se llevan a cabo.
Soluciones.
En Junio de 2013, 25 países de la región desarrollaron el Código de Conducta relativo a la represión de los actos de piratería, los robos a mano armada contra buques y la actividad marítima ilícita en África Occidental y Central este fue elaborado fue elaborado por la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Comisión del Golfo de Guinea (CGG), con la asistencia de la OMI.
El Código se desarrolló de conformidad con lo dispuesto en el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas de las resoluciones número 2018 (año 2011) y 2039(año 2012), en las que se manifestó la preocupación de este organismo generado por la amenaza que la piratería y los robos a mano armada en el mar, en el golfo de Guinea representan para la navegación internacional, la seguridad y el desarrollo económico de los estados de la región.
Como podemos observar los mecanismos de regulación existen, por tal razón debe haber un esfuerzo mancomunado entre la comunidad internacional y los países vinculados al golfo por disminuir considerablemente las irregularidades generadas en este.