El plan de ExxonMobil para hacer frente a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) pasa por la captura y el almacenamiento de carbono (CAC), una tecnología que, según la empresa, «podría permitir la descarbonización de algunos sectores con grandes emisiones».
Busca apoyos para desarrollar un proyecto de CAC público-privado y multiusuario en el Canal de Navegación de Houston, parte del Puerto de Houston, que estima que costaría 100.000 millones de dólares o más.
Presiona para que haya incentivos fiscales o un sistema de precios del carbono, así como contribuciones financieras de otras empresas de la zona.
ExxonMobil Low Carbon Solutions -creada en febrero de 2021 para comercializar la cartera de tecnologías bajas en carbono de ExxonMobil- eligió el Canal de Navegación de Houston para este proyecto por sus numerosas refinerías y plantas químicas, instalaciones difíciles de descarbonizar, según Joe Blommaert, presidente del negocio de Low Carbon Solutions.
El plan pretende almacenar 50 millones de toneladas de CO2 bajo el Golfo de México para 2030 y duplicar esa cifra para 2040. El CO2 capturado se transportaría por tuberías a depósitos marinos en formaciones rocosas a una profundidad de hasta 2.000 metros bajo el lecho marino.
ExxonMobil, aunque se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, considera que el petróleo y el gas seguirán desempeñando un papel vital en la economía durante algún tiempo en el futuro.
En lugar de cambiar a combustibles o fuentes de energía más limpias, la empresa está aumentando su gasto en proyectos de captura de carbono, a pesar de la presión de algunos accionistas para que cambie.
Mientras que ExxonMobil considera que la CAC es la forma más viable de cumplir los objetivos cada vez más estrictos en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, los críticos de esta tecnología afirman que el abandono de los combustibles fósiles es la única vía para reducir las emisiones en el grado necesario para detener el cambio climático.
La CAC «no es algo que vaya a salvar [a las empresas de petróleo y gas] de tener que pasar por la transición energética», dijo Rob Schuwerk, director ejecutivo de la oficina norteamericana de Carbon Tracker Initiative.