Los sudafricanos acudieron el domingo a sus playas para protestar contra los planes de Royal Dutch Shell de realizar perforaciones en busca de petróleo, que, según ellos, amenazarán la fauna marina, como ballenas, delfines, focas y pingüinos, en un tramo de costa virgen.
Un tribunal sudafricano desestimó el viernes una solicitud de los ecologistas para impedir que la petrolera realice prospecciones en la Costa Salvaje del litoral oriental, rechazando por no estar probado su argumento de que causaría un «daño irreparable» al medio ambiente marino, especialmente a las ballenas jorobadas migratorias.
La Costa Salvaje alberga algunos de los refugios de vida silvestre más inalterados del país, y su impresionante naturaleza costera es también una importante atracción turística.
Al menos 1.000 manifestantes se reunieron en una playa cercana a Port Edward, según pudo ver un corresponsal de Reuters TV.
«Es absolutamente horrendo que se planteen esto. Mira a tu alrededor…», dijo el manifestante Kas Wilson, señalando un tramo de playa prístina. «Es inaceptable y …. lo detendremos».
Los funcionarios de Shell no estaban disponibles de inmediato para hacer comentarios, pero la empresa dijo el viernes que su proyecto de exploración cuenta con la aprobación de las autoridades, y que contribuirá significativamente a la seguridad energética de Sudáfrica si se encuentran recursos.
Pero la población local teme que las voladuras sísmicas realizadas en 6.000 kilómetros cuadrados maten o ahuyenten a los peces de los que dependen para vivir.
«No quiero que operen aquí porque, si lo hacen, no podremos pescar», dijo el buceador en libertad Toloza Mzobe, de 62 años, después de sacar una langosta salvaje del suelo. «¿Qué vamos a comer?»
Los ecologistas instan a Shell y a otras compañías petroleras a que dejen de perforar en busca de petróleo, argumentando que el mundo no tiene ninguna posibilidad de alcanzar el carbono neto cero en 2050 si se queman los depósitos de petróleo existentes, y mucho menos si se encuentran otros nuevos.
A principios de este año, un tribunal holandés ordenó a Shell que redujera sus emisiones de carbono que calientan el planeta en un 45% para 2030 con respecto a los niveles de 2019, una decisión que tiene previsto recurrir.
El Ministerio de Medio Ambiente sudafricano remitió a Reuters a un comunicado a finales del mes pasado en el que decía que «el ministro responsable de asuntos medioambientales no tiene mandato para considerar la solicitud ni para tomar una decisión sobre la autorización del estudio sísmico».