El Colombiano: El año pasado la Armada Nacional anunció que el buque multipropósito “ARC Caribe” pasaría a ser la cuarta plataforma de investigación al servicio de la Dirección General Marítima (Dimar) en el país y que acompañaría a los buques ARC “Malpelo”, ARC “Providencia” y ARC “Roncador” “en el cumplimiento de los lineamientos que la Dimar lidera para el desarrollo y seguridad marítima de la Nación, que le permita a Colombia consolidarse como un país marítimo”, dijo la entidad.
Pero la nave de color rojo y blanco identificada con el número 152 a un costado de su proa, y que atracó en el muelle de la Base Naval de Bocagrande el 5 de junio de 2018, permanece ahí, inactiva, por cuenta de varios daños.
El barco fue construido en los astilleros de Fujian Mawei Shipbuilgind Ltda, en China, y su periplo hasta Colombia fue comandado por el capitán de fragata Luis Fernando Acosta Vélez. Zarpó desde la ciudad china de Fuzhou hacia Cartagena, pasando por los puertos de Hong Kong, isla de Guam, Hawái y San Diego, hasta arribar a Cartagena el 5 de junio del año pasado.
Sin embargo, a pesar de haber sido construido en China, el negocio de compra se hizo con la firma inglesa Marine Assets Corporation (MAC), por cerca de 44.000 millones de pesos, más unos 935.000 dólares para dotación y equipo de la embarcación, es decir unos 3.000 millones de pesos más.
¿Por qué se dañó?
La Dirección General Marítima le dijo a El Universal que “la unidad de navegación se adquirió tras un estudio de mercado nacional e internacional, en el que participaron 18 empresas del mercado entre astilleros, constructores, brokers y armadores, de los cuales se recibió información sobre 73 buques tipo OSV (Offshore Support Vessels), buques de apoyo en alta mar, con un criterio de antigüedad de construcción a partir de 2000 y de acuerdo con los requerimientos identificados por Dimar para el cumplimiento de su misión institucional”.
Así, el ARC Caribe adquirido “fue recibido con los certificados de los protocolos de pruebas y con la certificación de clasificación de “Cruz de Malta” expedidos por la casa clasificadora ABS. Adicionalmente fueron efectuadas las pruebas de rigor, es decir, pruebas de aceptación en puerto (HAT) y de aceptación en el mar (SAT), verificando la operación de todos los sistemas a bordo”.
La nave fue adquirida a través de la Agencia de Compras de la Fuerza Área Colombiana (ACOFA), mediante contrato 026-ACOFA-ARC-2017.
El negocio fue realizado siendo comandante de la Armada el vicealmirante Ernesto Durán González, quien había fungido antes como director general marítimo. Es decir la nave comprada cumplió los requerimientos técnicos y de normas.
Pero fue en su tránsito hacia Colombia, que el buque “presentó algunos niveles de vibración en una de sus líneas de ejes, siendo reportado de inmediato al vendedor dentro del periodo de garantía de la nave”, explica la entidad.
Fue así que en una inspección adelantada en Cartagena se pudo evidenciar que las vibraciones originaron desgaste en algunas piezas de los ejes de propulsión y en los soportes estructurales de las bases de los cojinetes, “por lo cual se decidió suspender las operaciones del buque para evitar daños mayores, en espera del reemplazo por garantía de las piezas afectadas y la corrección de la causa raíz”, recalca la Dimar.
Esperan reparación
La Dimar dice que una vez identificadas las novedades del buque, en noviembre de 2018, “se inició el proceso de reclamación formal al vendedor de las garantías técnicas y de cumplimiento del contrato. El vendedor del buque en acompañamiento de la casa clasificadora ABS y Caterpillar (fabricante del sistema de propulsión), completará en los próximos meses los trabajos para su puesta en operación”.
Con esto, la entidad espera que en poco meses se aclare esta situación, se repare la embarcación, integrándose a la flota de investigación al servicio de la Dirección General Marítima con las otras naves Malpelo, Providencia y Roncador.
Con respecto a la adquisición de una nueva nave para la investigación, que se haría en los próximos meses, para que entrara en operación en 2020, la entidad no se ha pronunciado. Por lo pronto se debe poner en funcionamiento el ARC Caribe para que esta situación no pase a ser otro de los capítulos de detrimento patrimonial de la Nación.