Según Michael Race, reportero de negocios de la BBC, las grandes compañías navieras están redirigiendo sus travesías lejos del Mar Rojo, lo que podría causar interrupciones severas en las cadenas de suministro a nivel mundial. Los recientes ataques de los rebeldes Houthi en Yemen contra embarcaciones comerciales han llevado a estas compañías a evitar una de las rutas marítimas más transitadas del mundo.
El grupo Houthi, expresando su respaldo a Hamás, afirma estar apuntando a barcos con destino a Israel, aunque no está claro si todos los barcos atacados se dirigían realmente a Israel. Los ataques se han intensificado desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en octubre, con los Houthi utilizando drones y cohetes contra embarcaciones extranjeras que atraviesan el estrecho de Bab al-Mandab.
En respuesta a la creciente amenaza, las principales compañías navieras, como Mediterranean Shipping Company y Maersk, han optado por una ruta más larga alrededor del Cabo de Buena Esperanza en África, evitando el Mar Rojo. BP ha suspendido todos los envíos de petróleo a través del Mar Rojo, citando la «deteriorada situación de seguridad».
La importancia de esta ruta marítima radica en su papel como un paso crucial para los barcos que viajan desde o hacia el Océano Índico a través del Canal de Suez. El Canal de Suez, la ruta marítima más rápida entre Asia y Europa, es vital para el transporte de petróleo y gas natural licuado (GNL). En la primera mitad de 2023, aproximadamente nueve millones de barriles de petróleo por día transitaron por el canal.
Los analistas destacan que cerca del 15% de los bienes importados a Europa, Oriente Medio y el norte de África se transportan por mar desde Asia y el Golfo. Esto incluye un 21.5% de petróleo refinado y más del 13% de petróleo crudo. También se ven afectados los buques portacontenedores, que transportan una variedad de bienes de consumo, desde televisores y ropa hasta zapatillas y equipo deportivo.
Chris Rogers, jefe de investigación de cadena de suministro en S&P Global Market Intelligence, señala que los bienes de consumo se verán afectados significativamente, con esperadas demoras durante la temporada de envíos baja. Los viajes de los buques portacontenedores tomarán al menos 10 días más debido a la ruta del Cabo de Buena Esperanza, sumando aproximadamente 3,500 millas náuticas y generando costos adicionales para las compañías.
Aunque las tarifas de envío han aumentado un 4% en la última semana, aún se mantienen más bajas que los niveles observados en 2021. Persisten preocupaciones sobre posibles interrupciones que podrían aumentar los precios del petróleo, impactar los costos de combustible y contribuir a una mayor inflación.
En respuesta a los ataques, Estados Unidos ha lanzado una operación naval internacional para proteger los barcos en la ruta del Mar Rojo, con países como el Reino Unido, Canadá, Francia, Bahréin, Noruega y España uniéndose al esfuerzo. Sin embargo, algunas compañías navieras, incluyendo Maersk y Hapag-Lloyd, muestran reluctancia en volver a utilizar la ruta del Mar Rojo de inmediato, a pesar de las medidas de seguridad adicionales. La incertidumbre sugiere posibles interrupciones en el comercio global durante un período prolongado.
Fuente: BBC