Una mala comunicación provocó que un remolque chocara contra un puente giratorio ferroviario cerca de Slidell, Luisiana, según informó el jueves la Junta Nacional de Seguridad del Transporte.
El 12 de enero de 2021, una barcaza tolva vacía empujada por el buque remolcador Robert Cenac chocó contra el puente giratorio ferroviario de CSX Rigolets mientras se abría. El puente sufrió daños estimados en 1,1 millones de dólares y la barcaza sufrió daños menores estimados en 5.000 dólares.
No se registraron heridos ni contaminación.
En su Informe de Investigación Marina 22/01, la NTSB indicó que el piloto del Robert Cenac llamó al operador del puente alrededor de las 10:31 p.m. para solicitar la apertura del puente. El operador del puente informó al piloto de que debían pasar dos trenes antes de poder abrir el puente, que normalmente tarda unos 12 minutos en abrirse por completo. El Robert Cenac se detuvo a 1,5 millas del puente a la espera de una nueva comunicación del operador del puente, mientras que el segundo tren abandonó el puente a las 11:34 p.m.
Cuando el capitán comenzó a acercarse al puente a las 11:48 p.m. El capitán dijo a los investigadores que cuando se dio cuenta de que el puente no estaba completamente abierto, el remolque estaba demasiado cerca para detenerse. Los investigadores determinaron que el operador del puente no abrió inmediatamente el puente tras el paso del segundo tren.
Los investigadores descubrieron que ni el capitán ni el operador del puente confirmaron el estado de la apertura del puente entre sí, y sus relatos sobre la comunicación en torno al accidente difieren. Pero como no había grabaciones de audio ni testigos de las comunicaciones, los investigadores no pudieron confirmar la exactitud de las declaraciones.
Además, los investigadores descubrieron que el vano del puente no estaba equipado con ninguna luz de navegación, como exige la normativa, para indicar que estaba en posición abierta o cerrada, ni había luces de navegación situadas en el extremo de las defensas que protegen los pilares del puente, también exigidas por la normativa.
La NTSB determinó que la causa probable del accidente fue la mala comunicación entre el operador del puente y el operador del buque. Contribuyó al accidente la ausencia de iluminación de navegación en el tramo del puente, que habría proporcionado al operador del buque una indicación visual del estado de apertura del puente.
«La comunicación entre los operadores de los puentes levadizos y los operadores de los buques que solicitan la apertura del puente debe ser clara», dice el informe. «Utilizada habitualmente en todos los medios de transporte, la comunicación de bucle cerrado, en la que el emisor confirma que se ha entendido el mensaje o proporciona información adicional o aclaraciones, garantiza que el receptor entienda el mensaje».