Los planes terrestres para ampliar el acceso a la electricidad se han visto afectados por restricciones relacionadas con el virus Covid-19 es por esta razón que uno de los mayores operadores de centrales eléctricas flotantes del mundo está en conversaciones para llevar energía principalmente a dos países de África Occidental.
Karpowership, la unidad del grupo turco Karadeniz Energy, que ya abastece a ocho países africanos, está aprovechando la alta credibilidad de sus unidades móviles para atraer a más clientes, aseguró vía telefónica la directora general Zeynep Harezi. desde Estambul, donde se ensamblan sus embarcaciones.
Sus buques pueden conectarse rápidamente a una red terrestre, evitando los problemas burocráticos y de construcción que conlleva la construcción de una central eléctrica tradicional. Además, estos vienen con su propio combustible: gas natural licuado y fuel-oil.
«Esperamos poner un barco en los dos países antes de finales de este año», dijo Harezi, sin determinar con qué dos países estaba en conversaciones su empresa. Los ejecutivos de Karpowership se reunieron el 25 de enero con el Primer Ministro Camerunés, Joseph Dion Ngute, y discutieron un posible acuerdo de suministro de energía con el principal puerto del país, Douala, con sede en Yaoundé.
La pandemia está desmantelando los constantes progresos realizados en el África subsahariana, donde viven tres cuartas partes de las personas que no tienen acceso a la electricidad en todo el mundo, según la Agencia Internacional de la Energía. Por primera vez desde 2013, el número de personas que carecen de energía en el continente aumentó en 2020, cuando más de 590 millones de personas carecían de acceso.
Esto supone un aumento de 13 millones de personas, o un 2%, con respecto a 2019, según el análisis del informe World Energy Outlook 2020 de la AIE.
La falta de recursos financieros de los gobiernos y las empresas privadas, así como los desafíos operativos que dificultaron el despliegue de soluciones energéticas en medio de las restricciones de movimiento son algunas de las razones del retroceso, según el informe.
Karpowership, que suministra cerca de 1.400 megavatios a países del África subsahariana, pretende suministrar este año otros 1.000 megavatios a clientes existentes y nuevos en la región, dijo Harezi.
Aunque la pandemia ha aumentado el atractivo de su modelo, también ha afectado a los planes de la empresa de cotizar en Londres. «Lo hemos dejado en segundo plano, porque nos estamos centrando en el crecimiento de la empresa en este momento, de una manera más flexible y ágil», dijo.
Las consecuencias de Covid-19 han dificultado el pago oportuno de algunos de sus clientes, dijo. «Como somos una empresa privada, podemos asumirlo en lugar de cortar la electricidad o aplicar el contrato palabra por palabra», lo que podría suponer la suspensión de los servicios, por ejemplo.
En Líbano, donde Karpowership tiene dos buques flotantes responsables de una cuarta parte de la capacidad de generación de electricidad del país, el impago a la empresa amenazaba con agravar una crisis eléctrica.