7 Tendencias del transporte marítimo 2018
Según la UNCTAD, existen 7 tendencias del transporte maritimo que redefinen el panorama de la industria y modificarán el sector como tal. Estas acarrean retos y oportunidades que requieren monitoreo constante para proceder con reglamentación efectiva:
- En el lado de la demanda, la incertidumbre derivada de riesgos geopolíticos, económicos y de comercio al igual que cambios estructurales tendrán un impacto negativo en el transporte marítimo. La preocupación inmediata son políticas interiores que nacen de sentimientos proteccionistas pueden afectar el crecimiento económico global y restringir los flujos del comercio y cambiar sus patrones
- El avance de la digitalización, el e-commerce y la implementación de la iniciativa Belt and Road. Estas tendrán grandes implicaciones en la industria y comercio marítimo.
- En el lado de la oferta, líneas exageradamente optimistas que compiten por participación de mercado podrían ordenar excesiva nueva capacidad (nueva construcción de buques contenerizados) lo que resultaría en la desmejora de las condiciones del mercado marítimo. Por consiguiente, afectaría el balance de la oferta y la demanda con fuertes repercusiones en el nivel de los fletes, volatilidad y costos y beneficios del transporte.
- La consolidación de líneas marítimas a través de fusiones y adquisiciones se ha incrementado en los últimos años en respuesta a los bajos niveles de la demanda y una sobreoferta en la capacidad dominada por mega buques de contenedores. Esta implicación podría aumentar el poder de decisión de las grandes líneas de contenedores y su impacto en los armadores de menor tamaño. Las autoridades de competencia y reguladores, al igual que otras entidades como la UNCTAD necesitan estar vigilantes a las implicaciones para la industrial, los puertos, el comercio global y poder establecer políticas que aborden estas implicaciones. Las tareas incluyen el monitoreo y análisis de los efectos de los acuerdos de cooperación y fusiones no solamente frente a los niveles de fletes, pero también a la frecuencia, eficiencia, confiabilidad y calidad del servicio. En esencia, velar por la transparencia, competencia leal y el funcionar sano de la industría.
- La restructuración de las alianzas y el despacho de buques más grandes también re definen la relación entre los puertos y las líneas de contenedores. Las autoridades de competencia y los reguladores marítimos igualmente deben analizar el impacto de la concertación del mercado y las alianzas a la luz de la relación entre puertos y armadores. Las áreas de interés incluyen la selección de los puertos de llegada, la configuración de las redes de servicios, la distribución de los costos y beneficios entre las líneas y los puertos y el acercamiento a las concesiones portuarias.
- El valor del transporte marítimo no puede ser determinado por la escala únicamente. La habilidad del sector de apalancarse en avances en tecnología relevante está incrementando su importancia.
- Los esfuerzos para reducir la huella de carbono y mejorar el desempeño ambiental en el transporte marítimo son la prioridad en la agenda internacional. En Abril 2018 la IMO adoptó la estrategia inicial para reducir las emisiones de efecto invernadero de los buques al menos en un 50% a 2050. En cuanto a la polución del medio ambiente, se establece el límite de azufre en el contenido del combustible a partir de enero 2020. Para esto los armadores y operadores consideren a adopción de estrategias como depuradores, el GNL o combustibles bajos en Azufre.
Ahora bien, la mayoría de estas tendencias antecederan cambios rotundos en la industría. Procedera la OMI a regular lo que le compete y posteriormente a apoyar a los estados a ratificar y endosar dicha regulación como nueva legislación de cada estado. Igualmente, en temas de tecnología, los estados igualmente estarán en la capacidad de decidir si legitimizarla o a entrar a la lucha de poderes con la industría que se mueve hacia un negocio más eficiente, conciente y global.