La Universidad Marítima Mundial (WMU) se está asociando con las principales empresas de la industria en el proyecto de investigación financiado por la Unión Europea Horizonte 2020 (H2020) sobre la descarbonización del transporte marítimo.
El proyecto CHEK tiene por objeto demostrar una combinación de diseños y tecnologías innovadoras de buques que operan en simbiosis en diseños conceptuales de buques reales.
Estas tecnologías incluirán la fuerza de la vela, la propulsión con hidrógeno, la recuperación del calor residual, la energía eléctrica de las baterías, la lubricación del aire del casco, la innovadora tecnología antiincrustante y las mejoras operativas digitales.
La combinación de estas tecnologías tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 99%, lograr al menos un 50% de ahorro de energía y reducir las emisiones de carbono negro en más de un 95%.
Las tecnologías se demostrarán a escala real con dos diseños conceptuales de buques primeros en su clase (el granelero Kamsarmax y el crucero clase Meraviglia) basados en perfiles operacionales reales.
Los socios del consorcio son la Universidad de Vaasa (coordinador), WMU, Wärtsilä, Cargill, MSC Cruises, Lloyds Register, Silverstream Technologies, Hasytec, Deltamarin, Climeon y BAR Technologies.
La Dra. Cleopatra Doumbia-Henry, Presidenta de la Unión Mundial de Madres, acogió con beneplácito la participación de la Unión Mundial de Madres en el proyecto, diciendo que subraya el compromiso de la universidad de apoyar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, a saber, el Objetivo 7, centrado en la energía asequible y limpia para todos, y el Objetivo 13, centrado en la acción climática.
El proyecto sustenta la realidad de que ninguna tecnología «bala de plata» existente o emergente es capaz de descarbonizar el transporte marítimo de larga distancia a la luz de los ambiciosos objetivos de la OMI para 2050 y 2100.
Las baterías no pueden almacenar suficiente electricidad verde para descarbonizar el transporte marítimo de larga distancia, y las células de combustible son costosas y tienen un impacto ambiental significativo en el ciclo de vida por el uso de metales raros.
La dependencia de combustibles neutros en carbono solamente (amoníaco, hidrógeno) desperdicia el inmenso potencial de propulsión eólica y solar disponible a bordo.
«Si la navegación del futuro va a conectar el mundo de forma fiable, rentable y rápida – y hacerlo en línea con los objetivos de la OMI para 2050 – debe utilizar una combinación de tecnologías del futuro que trabajen en simbiosis», dijo la universidad.
El papel de la WMU o UMM en el proyecto será llevar a cabo evaluaciones del ciclo de vida de las diversas tecnologías y calcular el ahorro potencial de emisiones de gases de efecto invernadero. También se encargará de la difusión de los resultados del proyecto y de comunicarlos a las partes interesadas y a los encargados de la formulación de políticas.
Se prevé que el proyecto comience el 1º de junio de 2021, con una duración de 36 meses.
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator