Reficar en la lupa de la Contraloría General de la Nación

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La Contraloría General de la República se alista para dar a conocer el informe de auditoría realizado a la Refinería de Cartagena (Reficar), que tomó cuatro meses (entre mayo y septiembre) y cuyo presupuesto pasó de 3.700 millones de dólares a 8.015 millones dólares.

Tras un tenso proceso de recopilación de información de cifras, cuentas y documentos del proyecto de modernización por parte del ente de control, fuentes cercanas al proceso le revelaron al periódico El Tiempo que el informe final se concentrará en las consecuencias que derivó para el proyecto el tipo de contrato bajo el cual se ejecutó la modernización.

Según el mismo diario, en las pesquisas lo que más ha llamado la atención es la modalidad del mismo, que técnicamente se conoce como EPC, sigla que representa un contrato de ingeniería, compras y construcción, pactado con la firma Chicago Bridge and Iron (CBI), en una ‘herencia’ que Ecopetrol tuvo que recibir de la suiza Glencore, firma que inicialmente se asoció con la petrolera para crear la firma Reficar y modernizar el complejo ubicado en la zona industrial de Mamonal, en Cartagena, pero cuya participación debió comprar la petrolera cuando la multinacional decidió no continuar.

Dentro del organismo de control se califica como ‘especial’ el contrato, ya que desde el comienzo, independientemente de que hubiera avances, CBI cobraba unos honorarios mensuales.

Incluso, estas condiciones que ‘amarraban’ a Ecopetrol y a Reficar no cambiaron con el tiempo, sino que, por el contrario, el contrato se adicionó y tiene cinco controles de cambios, los cuales dan cuenta de la inclusión de nuevos recursos financieros, bien fuera por más actividades, más obras o por más cantidad de obra.

Por ello, la auditoría entró a mirar, punto por punto, cómo fue este proceso dentro del ejercicio de aporte a la parte constructiva como tal. “El proyecto nunca ha cambiado y desde sus orígenes ha mantenido la estructura del mecanismo de contratos”, dijo una fuente consultada por el diario colombiano.

Lo más difícil de encontrar fue la información relacionada con los compromisos detallados que había adquirido el proyecto.

Otro aspecto que llamó la atención fueron los datos de los gastos asociados al personal dentro del proyecto, situación que el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, dejó ver el día de la inauguración, cuando dijo que, de los 8.015 millones de dólares que costó la modernización, la mitad se destinó a gastos asociados al personal.

Los análisis preliminares de la auditoría advierten que en septiembre del 2013, cuando mejor estaban los indicadores de desempeño del proyecto, hubo un paro laboral de cuatro días que tuvo una gran incidencia en las obras y en los costos, pues la Unión Sindical Obrera (USO), reclamaba mejores condiciones para los trabajadores de CBI afiliados al sindicato.

El acuerdo para levantar la huelga le representó al proyecto 104 millones de dólares, es decir, el 1,2 por ciento de la inversión total.

Para auditar las cifras de la modernización de Reficar y establecer el tipo de hallazgos fiscales que se habrían dado, la Contraloría General de la República tuvo dos líneas de trabajo.

La primera correspondió a una auditoría regular de la vigencia del 2014, debido a que Reficar, por el monto económico del proyecto, se volvió un gestor fiscal muy importante, ya que es una empresa que manejó mucho dinero, pero además tuvo una pérdida económica el año pasado, por $ 640.000 millones, siendo la empresa que más dinero perdió en el país, seguida por Cartón de Colombia, cuyo saldo en rojo fue de $ 400.000 millones.

“Esto la volvió muy importante y se hizo una auditoría en la que se aplicó las guías de la Contraloría”, dijo la fuente al mismo diario.

Y la segunda fue un estudio sectorial sobre todo el proyecto de punta a punta, que buscaba mirar todas las condiciones del mismo, porque debido a que se había revisado en vigencias anteriores, el contralor actual, Edgardo Maya Villazón, quien llegó al ente de control en agosto del 2014, quería abordar el tema de forma integral y por eso se salió del sistema de investigación normal.

Pero el hecho de que se haya mantenido el tipo de contrato es un elemento que ha generado una fuerte reflexión en el organismo de control sobre las políticas y la gestión pública para proyectos de esta envergadura.

El Tiempo conoció que el documento preliminar de la auditoría finalizó el 19 de noviembre y la siguiente semana pasó a las correcciones de estilo y a las revisiones finales entre el 23 y el 27 de noviembre, luego de lo cual quedó en manos del contralor Edgardo Maya.

Aunque solo hasta en unos días se conocerá el reporte definitivo a la modernización de Reficar, se estima que habrá hallazgos fiscales.

Fuente: El Tiempo “Contraloría cuestiona el tipo de contrato para modernizar a Reficar”

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