Panel: Los ferrocarriles tienen muchas preguntas y cierto escepticismo sobre las cero emisiones
WASHINGTON — Mientras el transporte global hace la transición hacia un futuro más limpio impulsado por fuentes de energía alternativas, los ferrocarriles norteamericanos tienen menos opciones buenas fuera del combustible diesel.
“Nos encanta el diésel; nos gusta ducharnos con diésel”, bromeó Michael Nicoletti, socio de Innovative Rail Technologies (IRT), en “Hacia cero emisiones en el ferrocarril: lecciones aprendidas”, una mesa redonda celebrada aquí en la 124ª reunión anual de la Junta de Investigación del Transporte.
La observación de Nicoletti subrayó una verdad fundamental sobre el transporte ferroviario de mercancías tal como está configurado en los Estados Unidos: ninguna sustancia barata y fácil de producir contiene la misma potencia por molécula que el destilado fraccionado del fueloil de petróleo refinado para su uso en motores diésel.
Es por eso que aproximadamente 42.000 locomotoras que cumplen con las regulaciones de la Administración Federal de Ferrocarriles, y muchas más unidades que no pertenecen a la FRA, funcionan con diésel.
Pero hay un problema.
Las emisiones de gases de escape de diésel producidos por locomotoras, camiones y barcos causan hasta 30.000 muertes prematuras cada año. Un movimiento global que dura décadas ha logrado lograr reducciones sustanciales en las emisiones de diésel y ha dado origen a una industria de combustibles alternativos que apunta al modo que tal vez sea más problemático: el ferrocarril.
“Prácticamente no existen estándares actuales que sean directamente aplicables a los equipos de cero emisiones (ZE) en ferrocarriles”, dijo Marcin Taraskiewicz, líder de tecnología de vehículos ferroviarios y de tránsito para HDR. Si bien existen estándares para otras aplicaciones de fuentes de energía ZE para otras industrias, dijo que esos estándares no siempre son total o parcialmente aplicables para el uso ferroviario.
Todavía faltan años para que se establezcan los estándares ferroviarios, dijo Taraskiewicz, y a medida que la tecnología madure, es posible que sea necesario definir requisitos aún imprevistos en el futuro. No existen regulaciones actuales que regulen el diseño y uso de los equipos ZE; tales regulaciones tienden a tener sus raíces en experiencias pasadas que en sí mismas faltan debido a la ausencia de su uso en cantidades significativas. Esas dificultades se ven agravadas porque las regulaciones se apoyan en normas pertinentes, que aún no existen para…
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