El modelo de cadena de suministro global está a punto de caducar, esto no es ningún secreto. Esta estructura, anclada en un modelo prepandémico que respondía únicamente a eficiencia en costes, necesita una transformación radical hacia un modelo más ágil, resiliente y sostenible que nos permita seguir dando respuesta a la demanda asegurando lo mismo que antes: nivel de servicio y rentabilidad; pero añadiendo ahora un factor más con el que cumplir: la sostenibilidad.

Aunque este rediseño representa un reto a largo plazo, son los retos inmediatos los que llenan las agendas de los directivos logísticos y aquí encontramos este último factor que ha pasado a formar parte de las reglas del juego. «La sostenibilidad en las empresas ya no es una cuestión que abordar sólo para los que quieren sacar nota, ahora es un requisito que cumplir para llegar al aprobado. La huella ambiental producida por las actividades logísticas y de transporte en España representa la cuarta parte de todas las emisiones de CO2 del país«, dijo Ramón García, Director general del Centro Español de Logística.

Por eso, la urgencia de abordar esta cuestión no sólo responde a la demanda de los clientes finales, sino también a las crecientes regulaciones y normativas escondidas detrás de siglas -ODS, ZBE, ETS- que obligan a las empresas a actuar cuanto antes.

El segundo gran reto a la vista para los próximos meses es la digitalización de las empresas, de todas sus operaciones, procesos y flujos. La conversión de datos de un formato físico a uno digital nos hace más eficientes y habilita prácticas c…