La sequía amenaza la ruta marítima más importante del mundo. La falta de lluvias ha obligado al Canal de Panamá a reducir el tráfico marítimo. La crisis del abastecimiento de agua amenaza el futuro el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Alrededor del seis por ciento de todo el transporte marítimo mundial pasa por el canal, principalmente de EE. UU., China y Japón. Por quinta vez en esta temporada de sequía, que se extiende de enero a mayo, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha tenido que limitar el paso de los barcos más grandes.
Alajuela y Gatún son los dos lagos artificiales que abastecen de agua al Canal de Panamá. Se requieren alrededor de 200 millones de litros de agua para fluir por una serie de esclusas escalonadas hacia el mar para que cada barco pueda pasar.
El agua de lluvia es la fuente de estas reservas que alimentan las esclusas, que pueden alcanzar hasta 26 metros sobre el nivel del mar.
La ACP dice que del 21 de marzo al 21 de abril, los niveles de agua en Alhajuela cayeron siete metros, más del 10 por ciento.
“La falta de lluvias impacta en varias cosas, la primera es la reducción de nuestras reservas de agua”, dijo a la AFP Erick Córdoba, gerente de agua de la ACP.
También afecta a los negocios “con la reducción del calado de los buques Neopanamax, que son los buques más grandes que transitan por el canal” y los que más peajes pagan, agrega.
En 2022, más de 14.000 buques con 518 millones de toneladas de carga transitaron por la vía acuática, aportando 2.500 millones de dólares (2.300 millones de euros) al tesoro panameño.
El administrador del canal, Ricaurte Vásquez, reconoció recientemente al sitio web panameño SNIP Noticias que la escasez de agua era la principal amenaza para la navegación en el canal.
En 2019, los suministros de agua dulce se redujeron a solo tres mil millones de metros cúbicos, muy por debajo de los 5250 millones necesarios para operar el canal.
Hizo sonar las alarmas de las autoridades que temen que la incertidumbre pueda llevar a las compañías navieras a favorecer otras rutas. La crisis del agua también los tiene buscando soluciones.
“Sin un nuevo embalse que traiga nuevos volúmenes de agua, esta situación le quitará la capacidad de crecimiento al canal”, dijo a la AFP el exadministrador Jorge Quijano.
“Es vital encontrar nuevas fuentes de agua, especialmente ante el cambio climático que estamos viendo, no solo en nuestro país sino en todo el mundo”.
Sin embargo, la crisis del agua no solo afecta al canal. La escasez ha provocado problemas de suministro en varias partes de Panamá y ha provocado una serie de protestas.
Los expertos advierten que la escasez de agua podría conducir a un conflictos de agua entre el canal y las poblaciones locales.
“No queremos entrar en un conflicto filosófico sobre el agua para los panameños o el agua para el comercio internacional”, dijo Vásquez.
El canal ha sufrido «una falta de lluvias como la que hemos tenido en todo el país, pero dentro de los parámetros de lo que es un período seco normal», dijo a la AFP Luz de Calzadilla, gerente general del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá.
Pero es probable que el fenómeno climático de El Niño reduzca las precipitaciones en la segunda mitad del año, agrega Calzadilla.
Él dice que existe la responsabilidad por ley de priorizar el agua potable sobre los negocios, pero la administración del canal “hace magia” para mantener el equilibrio.
Es poco consuelo para quienes enfrentan escasez de agua en el lago Alajuela.
“Alajuela tiene cada día menos agua”, dijo a la AFP Leidin Guevara, de 43 años, que pesca en el lago.
“Este año ha sido el más difícil que he visto por la sequía”.
Fuente: Euronews
