El principal grupo de presión de la industria petrolera estadounidense, el Instituto Americano del Petróleo (API, comunmente conocido por sus siglas en inglés), está sopesando la posibilidad de fijar un precio para las emisiones de carbono, un cambio importante después de resistirse durante mucho tiempo a las políticas climáticas obligatorias de los gobiernos, dijo una fuente familiarizada con la toma de decisiones.
El Instituto Americano del Petróleo, que incluye a la mayoría de las mayores compañías petroleras del mundo, está considerando apoyar la fijación de precios del carbono «entre otras soluciones políticas para reducir las emisiones y alcanzar las ambiciones del Acuerdo de París», dijo la fuente, confirmando un informe sobre el cambio de política del Wall Street Journal.
El API, se ha visto obligado a enfrentarse a su resistencia a la acción reguladora sobre el cambio climático.
Algunos de sus miembros europeos abandonaron el grupo de presión debido a los desacuerdos sobre sus políticas climáticas y el apoyo a la flexibilización de las regulaciones de perforación, y la administración Biden está llevando a cabo una agenda política que alejaría a Estados Unidos de los combustibles fósiles.
Un borrador de la declaración sobre el cambio de política revisado por el Wall Street Journal dice que el grupo no respalda una herramienta específica de fijación de precios del carbono, como un impuesto sobre las emisiones de carbono o un sistema de comercio de emisiones.
Sin embargo, la fuente señaló que el informe del grupo sobre, el estado de la energía. en Estados Unidos, publicado en enero, apoyaba una política de precios del carbono basada en el mercado.
El API no comentó si el grupo respaldaría formalmente un precio del carbono o cuándo lo haría, pero dijo que lleva casi un año trabajando en una respuesta al cambio climático por parte de toda la industria.
«Nuestros esfuerzos se centran en apoyar una nueva contribución de Estados Unidos al acuerdo global de París», dijo la portavoz del API, Megan Bloomgren.
En el seno de API se ha producido una creciente ruptura entre las principales empresas energéticas europeas, que en el último año aceleraron sus planes de reducción de emisiones y de creación de grandes negocios de energías renovables, y sus rivales estadounidenses Exxon Mobil Corp y Chevron Corp, que se han resistido en gran medida a la creciente presión de los inversores para que se diversifiquen.
Otros grandes grupos industriales, como la Business Roundtable, de la que es miembro Chevron, han apoyado en el último año la fijación de precios del carbono basados en el mercado.
