En el ámbito logístico, la eficiencia en la gestión de inventarios y la preparación de pedidos es clave para garantizar la satisfacción del cliente y optimizar costos operativos. En América Latina y el Caribe, donde el comercio electrónico y las cadenas de suministro han experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años, el uso de estrategias de picking se ha vuelto fundamental para mejorar la competitividad de las empresas.

El picking se refiere al proceso de recolección y preparación de productos en un almacén para su posterior distribución. Implementar estrategias adecuadas en esta fase permite reducir tiempos de procesamiento, minimizar errores y aprovechar mejor los recursos disponibles. En una región con infraestructuras logísticas en desarrollo y desafíos en la última milla, una optimización efectiva del picking puede marcar la diferencia en la rentabilidad y la calidad del servicio.

Las empresas en América Latina y el Caribe enfrentan diversas barreras, como la variabilidad en la demanda, problemas de transporte y altos costos operativos. Estrategias como el picking por zonas, donde los almacenes se dividen en secciones para optimizar la movilidad de los operarios, o el picking por oleadas, que permite agrupar pedidos según criterios específicos, pueden hacer más eficiente la gestión de los pedidos y reducir tiempos de entrega.

El auge del comercio electrónico ha generado una mayor presión sobre las empresas para ofrecer entregas rápidas y precisas. En este contexto, la implementación de tecnologías como sistemas de gestión de almacenes (WMS), el uso de robots y la integración de códigos de barras o RFID facilitan la automatización del picking, reduciendo errores y optimizando los flujos de trabajo. Esto es especialmente relevante en países con grandes volúmenes de pedidos en mercados como Brasil, México y Argentina.

Además, el uso eficiente de estrategias de picking contribuye a la sostenibilidad en la logística, reduciendo desperdicios y optimizando el uso del espacio en los almacenes. Una mejor planificación del almacenamiento y la recolección de productos no sólo mejora la productividad, sino que también disminuye la huella de carbono al reducir los desplazamientos innecesarios dentro del almacén y en la distribución final.

Los sectores más beneficiados con la optimización del picking incluyen el retail, la industria farmacéutica y el sector de alimentos y bebidas, donde la precisión y la rapidez en la preparación de pedidos son esenciales. Implementar estrategias adecuadas permite a las empresas competir en igualdad de condiciones con actores globales, mejorando su capacidad de respuesta ante la creciente demanda de los consumidores.

Asimismo, el crecimiento del e-commerce en países como Costa Rica, Panamá, Guatemala y El Salvador ha elevado las expectativas de los consumidores, quienes buscan entregas rápidas y precisas. Sin embargo, los problemas de conectividad, las deficiencias en infraestructura y la fragmentación del mercado dificultan la optimización de las cadenas de suministro. Aplicar estrategias de picking, como el picking por zonas o el picking por oleadas, ayuda a mejorar la eficiencia operativa y a reducir costos logísticos.

Por su parte, uno de los principales retos en Centroamérica es la eficiencia en la última milla, ya que la dispersión geográfica y la falta de infraestructura moderna pueden ralentizar las entregas. Un picking optimizado dentro de los almacenes permite preparar los pedidos con mayor rapidez y precisión, minimizando errores y agilizando la distribución, lo que se traduce en una mejor experiencia para el cliente final.

En conclusión, la adopción de estrategias eficientes de picking en América Latina y el Caribe es crucial para mejorar la competitividad y sostenibilidad de las empresas en un entorno logístico desafiante. La inversión en tecnología y procesos optimizados no sólo garantiza una mejor experiencia para los clientes, sino que también impulsa el crecimiento económico y fortalece las cadenas de suministro en la región.

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