El número de buques en espera de entrar en uno de los puertos más activos del mundo aumentó al máximo desde agosto, lo que amenaza con entorpecer aún más las cadenas de suministro mundiales, tensadas por el aumento de la demanda de los consumidores de todo tipo de productos, desde automóviles hasta ordenadores.
El puerto chino de Yantian, en Shenzhen, suspendió el retiro y entrega de contenedores cuando el ciclón tropical Kompasu se acercó a la costa meridional del país. El número de barcos que esperaban fuera del puerto ascendió a 67, el mayor número desde el 26 de agosto.
Situado cerca de Shenzhen, la capital tecnológica de China, y del cinturón manufacturero del delta del río Perla, Yantian es uno de los puertos más activos del mundo, con un volumen de carga de 13,34 millones de unidades equivalentes a veinte pies en 2020, según cifras de la Oficina de Transporte de Shenzhen. Suele atender a unos 100 barcos a la semana.
Kompasu es la segunda tormenta tropical que afecta al sur de China en los últimos días, después de que Lionrock provocara inundaciones en algunas zonas bajas de Hong Kong el fin de semana. Los daños de Kompasu podrían ser más graves según su trayectoria actual y las previsiones de intensidad.
Los cuellos de botella en las terminales de contenedores de todo el mundo han aumentado la presión sobre las cadenas de suministro que ya tienen dificultades para satisfacer la demanda. Los brotes de Covid-19 en los puertos, junto con la escasez de contenedores y de mano de obra, han agravado el problema, y China -el mayor fabricante del mundo- ha sufrido varias interrupciones portuarias este año.
El país adopta un enfoque de tolerancia cero frente al virus, y en el pasado ha cerrado las operaciones portuarias por casos aislados. Un brote en Yantian en junio hizo que se cerrara, lo que provocó la caída de los volúmenes en lugares tan lejanos como el puerto de Los Ángeles. El puerto de Ningbo-Zhoushan cerró durante dos semanas en agosto debido a una infección de la variante delta.
El clima también ha causado estragos, y el puerto de contenedores de Shanghai, el mayor del mundo, detuvo algunas operaciones el mes pasado en medio de un tifón.
