Los seres humanos dependen de los peces y la vida marina para la seguridad alimentaria, una fuente de ingresos e incluso para la recreación. Conocer la historia de la pesca y el desarrollo de nuestra relación puede ayudar a las generaciones futuras a darse cuenta de la importancia de nuestras actividades. De esta manera, concienciar sobre la evolución de las actividades pesqueras.
Los peces, la vida marina y el concepto de pesca pueden ser reconocidos por dos escuelas de pensamiento:
La primera escuela de pensamiento enfatiza el valor ético de los peces como animales y aboga por una pesca mínima o nula para permitir que las poblaciones se recuperen. El objetivo es restaurar las poblaciones de peces a sus niveles históricos y tratar a los peces de manera similar a otras especies animales.
La segunda escuela de pensamiento considera al pescado principalmente como un recurso para el consumo humano y beneficios económicos. La sostenibilidad, desde esta perspectiva, significa capturar tantos peces como sea posible sin agotar las poblaciones más allá de un cierto umbral llamado «rendimiento máximo sostenible». Este enfoque tiene como objetivo equilibrar las necesidades de la generación actual con las necesidades de las generaciones futuras, asegurando un suministro continuo de pescado sin sobreexplotar el recurso.
Historia de la Pesca
La pesca se remonta a tiempos prehistóricos. Los primeros humanos dependían de la pesca como medio de sustento, utilizando herramientas primitivas como lanzas, redes y anzuelos hechos de hueso o piedra para pescar en ríos, lagos y aguas costeras. Posteriormente, la pesca se volvió crucial para el desarrollo de civilizaciones antiguas, como el antiguo Egipto y los imperios romano y griego. Durante la Edad Media, la pesca era esencial para la seguridad alimentaria en las comunidades monásticas de toda Europa. Además, a medida que la navegación y la exploración se expandieron durante el Renacimiento, la pesca se hizo prominente en las comunidades costeras, principalmente en Europa. Cuando la Revolución Industrial entró en su lugar, en el siglo XVIII, incitó cambios tecnológicos como barcos a vapor, equipos de pesca mecanizados y arrastreros de vapor. Así, este último revolucionó la pesca comercial, permitiendo a los pescadores capturar mayores cantidades de pescado. En el siglo XX, las actividades pesqueras se expandieron rápidamente con el desarrollo de botes motorizados, sistemas de navegación avanzados y artes de pesca mejorados. Surgieron operaciones de pesca a escala industrial, lo que generó preocupaciones sobre la sobrepesca y el agotamiento de las poblaciones de peces en algunas áreas.
Tipos de pesca
Las actividades pesqueras ocurren en varios lugares: océanos, ríos, lagos y embalses, estanques y pequeños cuerpos de agua, estuarios y deltas, arrecifes de coral y pesca continental. Además, la pesca se puede clasificar en varios tipos según las técnicas, el equipo y las especies objetivo involucradas. Estos son algunos tipos comunes de pesca:
- Pesca Recreativa: Es la pesca practicada por placer o deporte. Incluye actividades como la pesca con caña, la pesca con mosca, la pesca en hielo y la pesca en tierra, en las que individuos o pequeños grupos capturan peces para el disfrute personal y no con fines comerciales.
- Pesca Comercial: Este tipo de pesca se realiza a mayor escala para capturar peces y otras especies marinas con fines comerciales, como la venta en mercados o el abastecimiento a restaurantes e instalaciones de procesamiento. Se trata de varios métodos, que incluyen arrastre, cerco, palangre, redes de enmalle y pesca con nasas.
- Pesca de Subsistencia: También conocida como pesca tradicional o artesanal, la pesca de subsistencia es practicada por comunidades indígenas o de pequeña escala para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. Por lo general, implica el uso de equipos simples como redes, trampas y lanzas en ríos, lagos o áreas costeras.
Estos son solo algunos ejemplos de los muchos tipos de prácticas de pesca que existen en todo el mundo. Las técnicas de pesca pueden variar mucho según la ubicación geográfica, las especies objetivo, las tradiciones culturales y las normas que rigen las actividades pesqueras.