Hidrovía: una licitación clave para el comercio exterior argentino

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La Hidrovía Paraguay-Paraná, con 3442 km., constituye una de las vías navegables naturales de mayor longitud del mundo, estando conformada por los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay. Desarrollada en un área donde viven más de 40 millones de habitantes, es la principal vía para la integración física y económica del Mercosur, por donde circulan más del 75% del comercio exterior del país.

Argentina está lejos de los principales mercados de consumo, como Europa, Asia o África, representando una enorme desventaja frente a países competidores. La Hidrovía, posibilita que los buques oceánicos puedan acceder hasta zonas cercanas a la producción, como el polo agroexportador del Gran Rosario, y de este modo compensar de manera parcial la desventaja mencionada anteriormente.

El tramo argentino de esta autopista acuática, comenzó a tener un mejor servicio de dragado y balizamiento hace un cuarto de siglo, lo cual fue decisivo para la consolidación del polo de la industria de la soja en Rosario. Convirtiendo a Argentina en líder en este rubro, esto permitió que no solo los productores agropecuarios puedan obtener mayores ingresos por los menores costos logísticos, sino que amplió la frontera productiva en regiones más alejadas de los puertos, como el noreste y el noroeste argentino, favoreciendo también a otros sectores de la economía que exportan e importan, minerales, automóviles, fertilizantes y combustibles a través de esta vía.

Para garantizar la consolidación de este camino, es imprescindible que el dragado siga estando a cargo de empresas con experiencia, ya que se requiere de un sofisticado equipamiento y amplios conocimientos técnicos.

Estamos convencidos de que el costo de estas obras y su mantenimiento debe seguir siendo solventado como hasta ahora, por el sector privado, sin requerir de aportes del Estado, a través del peaje que soportan los buques de transporte marítimo internacional.

En este sentido, es fundamental que los fondos aportados por las cargas continúen siendo percibidos directamente por quien lleve adelante las obras para evitar demoras en la liquidación y asegurar la ejecución de los trabajos en tiempo y forma.

En el contexto actual, en vistas al próximo llamado a licitación del dragado y balizamiento del canal de navegación troncal, resulta imprescindible mantener todo aquello que funcionó adecuadamente e introducir cambios que apunten a mejorar el costo logístico de las exportaciones agroindustriales argentinas a través de una reducción del costo del flete, adecuar las vías navegables para optimizar la carga potencial transportada de los buques modernos de mayores dimensiones y mayor calado, incorporar tecnología que mejore las condiciones de navegabilidad y contribuir al afianzamiento del país como exportador confiable, respetando siempre los requisitos medioambientales.

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario consideramos muy importante la constitución de un Órgano de Control independiente, autónomo y de carácter técnico de la concesión, en el que participen las provincias y representantes del sector privado, que verifiquen y aseguren la realización de las obras y el cumplimiento de los términos de la contratación.

Ese control no debe confundirse con los controles sobre la navegación y las mercaderías transportadas, que desde siempre han estado y deben seguir estando a cargo en forma indelegable del Estado a través de distintas reparticiones, como Aduana, Administradora Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Prefectura Naval Argentina y Dirección de Migraciones, ya que el concesionario sólo se encarga del servicio de dragado y señalización.

La concesión del servicio de dragado y balizamiento del canal navegable troncal de los ríos Paraná y de la Plata resultó exitosa, permitiendo operar en muy buenas condiciones aún en situaciones críticas, como fue la extraordinaria bajante del río Paraná en 2020. Como en toda obra de infraestructura de transporte, es necesario proyectar esta vía navegable para los próximos años, aún más allá del plazo de concesión e incorporar las mejoras necesarias que contribuyan a consolidar a la Argentina como uno de los exportadores de alimentos líderes del mundo, generando más oportunidades de trabajo y mayor ingreso de divisas, cuestiones fundamentales para que nuestro país pueda encaminarse en el desarrollo sustentable e inclusivo de su economía.

Fuente La Nación
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