El 4 de marzo, después de diez años de estudios, dos años de reuniones y una pandemia en la elaboración, se generó el borrador del acuerdo de BBNJ (Biodiversity Beyond Natural Jurisdiction) o en español, AFJN (Areas Fuera de la Jurisdicción Nacional) para la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción natural en el océano. Esencialmente, para proteger la vida marina en alta mar, que son todos los cuerpos de agua salada en todo el mundo que no forman parte del mar territorial/aguas internas de los estados. Representan el 95% del hábitat total del mundo por volumen, cubren la mitad de la superficie del mundo y el 64% de los océanos (Reuters, 2023).
Dado que el océano está gestionado por su propia constitución; la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), producto de tres Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que se llevaron a cabo entre 1973 y 1982. Aborda temas relacionados con las zonas económicas exclusivas, la jurisdicción de la plataforma continental, la navegación y minería de los fondos marinos, entre otros temas (Harvard, 2023) No obstante, los cambios en la biodiversidad marina, incluido el cambio climático, los intereses y objetivos de otras partes interesadas, han arrojado luz sobre su eficacia para atender consideraciones clave como la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina.
Posterior a la UNCLOS, se establecieron dos acuerdos de implementación para llenar los vacíos en la implementación del instrumento legal y abordar las características adyacentes surgidas del desarrollo de las actividades oceánicas. En 1994, se centró en el acuerdo de implementación de la minería de los fondos marinos profundos establecido por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos) y, posteriormente, un acuerdo de implementación sobre la conservación y gestión de las poblaciones de peces transzonales y las poblaciones de peces altamente migratorios (Acuerdo de las poblaciones de peces de la ONU). (Harvard, 2023)
El tratado BBNJ establece un nuevo marco provisto sobre la distribución justa de los beneficios de los recursos genéticos marinos, los procesos para realizar análisis ambientales en alta mar, el establecimiento de Áreas Marinas Protegidas (AMP) -30% de las profundidades marinas para 2030-, además de , desarrollo de capacidades, transferencia de tecnología entre estados y un fuerte enfoque para apoyar a los estados en desarrollo. Guiarse por el consenso estableciendo un vínculo más claro del tratado con los órganos existentes. Por último, establecer la Conferencia de las Partes, el Organismo Científico y Técnico y, por último, los comités de Implementación y Cumplimiento.
Fuente: High Seas Alliance & Harvard