Los nuevos desafíos que enfrenta el sector naviero

Un reciente informe de Allianz Global Corporate & Specialty SE (AGCS) Safety & Shipping Review, el número de grandes buques perdidos en todo el mundo alcanzó un mínimo histórico. Pese a ello, incluso con esta tendencia positiva, la industria naviera enfrenta nuevos desafíos de seguridad, incluido un aumento de los incendios, el crecimiento de una flota de petroleros en la sombra y la incertidumbre económica.

El informe revela que 38 barcos grandes se perdieron el año pasado, en más de un tercio menos que el año anterior y el total más bajo en la historia del informe. El Capitán Rahul Khanna, Director Global de Consultoría de Riesgos Marinos de AGCS, reconoce el impacto positivo de los programas de seguridad, la capacitación y las regulaciones, pero advierte sobre los posibles desafíos futuros. «Si bien estos resultados son gratificantes, varias nubes aparecen en el horizonte. Llevamos más de un año de invasión rusa de Ucrania, el crecimiento de la flota de petroleros en la sombra es la última consecuencia para desafiar a los armadores, su tripulación y las aseguradoras. La seguridad contra incendios y el problema de la declaración errónea de carga peligrosa deben solucionarse si la industria quiere beneficiarse de la eficiencia de los buques cada vez más grandes«, enfatizó.

Añade que «la inflación está elevando el costo de las reclamaciones de casco, maquinaria y carga. Mientras tanto, aunque los esfuerzos de descarbonización de la industria están progresando, este sigue siendo, con mucho, el mayor desafío del sector. Las presiones económicas podrían poner en peligro inversiones vitales en las estrategias de las empresas, así como en otras iniciativas de seguridad».

Tal como publica GCaptain, el informe revela que, en los últimos diez años, las pérdidas globales de buques han disminuido en un 65%, lo que refleja el progreso a largo plazo realizado en materia de seguridad marítima. La región del Mar del Sur de China ha sido testigo del mayor número de pérdidas totales, seguida de las Islas Británicas, que experimentaron la mayoría de los incidentes de envío.

Desafíos inmediatos

Fuegos

Los incendios siguen siendo una preocupación importante, y los daños o fallas de la maquinaria representan casi la mitad de todos los incidentes reportados a nivel mundial. El incendio surgió como la segunda causa principal de pérdida de barcos en el último año, con ocho buques perdidos y más de 200 incidentes reportados, el número más alto en una década.

El transporte de nuevos tipos de carga, junto con buques más grandes, exacerba los riesgos de incendio. Los vehículos eléctricos y los productos alimentados por baterías introducen nuevos riesgos, particularmente con baterías de iones de litio potencialmente inflamables. Los buques más grandes y la declaración errónea de la carga amplifican aún más las consecuencias de los incendios. El informe pide medidas proactivas, como una mejor capacitación de la tripulación, acceso a equipos de extinción de incendios y mejores sistemas de detección temprana para abordar los riesgos relacionados con los incendios.

Flota en la sombra

El informe también destaca las preocupaciones con respecto al crecimiento de una flota de petroleros en la sombra, como resultado de las sanciones relacionadas con el petróleo. Esta flota, que potencialmente comprende hasta 600 buques, opera bajo banderas de conveniencia y estándares de mantenimiento más bajos. El informe destaca el potencial de incidentes importantes que causen pérdida de vidas, daños no asegurados y contaminación ambiental.

Inflación

Las presiones económicas, incluida la inflación y la caída de la demanda, también están afectando al sector naviero, lo que podría obstaculizar las iniciativas de descarbonización y seguridad. «Es más probable que la flota en la sombra esté compuesta por barcos más antiguos, que operan bajo banderas de conveniencia con estándares de mantenimiento más bajos», explica Justus Heinrich, líder global de productos Marine Hull en AGCS.

Descarbonización

La descarbonización presenta el desafío más importante para la industria naviera, que contribuye con aproximadamente el 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero anualmente. El sector está comprometido con la reducción de emisiones, pero enfrenta obstáculos tecnológicos, regulatorios y relacionados con el mercado. La transición a combustibles y tecnologías alternativas requiere una inversión sustancial, y la colaboración entre las empresas y las aseguradoras es crucial para reducir los riesgos asociados con estos cambios.

Incertidumbre económica

Las presiones económicas están de vuelta en el radar de la industria debido a la incertidumbre y la caída de la demanda. La disminución de las tarifas de flete y el potencial de una recesión económica pueden afectar los presupuestos de mantenimiento y gestión de riesgos. Esto, a su vez, podría conducir a un aumento en los incidentes de daños a la maquinaria.

El aumento de los precios de los productos básicos, los mayores costos laborales y las interrupciones de la cadena de suministro también han afectado las reclamaciones de seguros marítimos. El auge posterior a la pandemia en el transporte de contenedores ha contribuido a un mayor valor de la carga, lo que afecta los gastos de reclamaciones.

El precio del acero y las piezas de repuesto ha aumentado considerablemente, lo que lleva a mayores costos de reparación y salvamento. La escasez de mano de obra y los retrasos en la obtención de piezas de repuesto han exacerbado aún más la situación.

A medida que la industria naviera continúa navegando por estos desafíos, la colaboración, la inversión en iniciativas de seguridad y un enfoque en la descarbonización siguen siendo prioridades clave para garantizar la sostenibilidad y la resiliencia a largo plazo del sector.

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