Un nuevo informe publicado el 13 de noviembre de 2024 por el Instituto de Energía de UCL y UMAS revela un preocupante aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte marítimo internacional. El informe, titulado “Tendencias de Transición: Emisiones del Transporte Marítimo Internacional de 2018 a 2022,” documenta un aumento en las emisiones y una desaceleración en la reducción de la intensidad de carbono en el sector, lo que pone en riesgo el objetivo de la Organización Marítima Internacional (OMI) de reducir las emisiones en un 20-30% con respecto a los niveles de 2008 para 2030.
Los hallazgos muestran que, a pesar de algunas mejoras en eficiencia energética, el crecimiento en la demanda de transporte marítimo ha contrarrestado en gran medida estos avances. Esta tendencia se vio notablemente afectada por una disminución temporal durante la pandemia de COVID-19 en 2020, que provocó una reducción en el trabajo de transporte y en las emisiones. Sin embargo, la recuperación pospandemia en 2021 impulsó un aumento en el comercio, lo que contribuyó a una mayor actividad en el transporte marítimo, velocidades más rápidas de los buques y un aumento de las emisiones.
El estudio también señala que las regulaciones actuales de la OMI, como el Índice de Eficiencia Energética de Diseño (EEDI), han tenido un éxito limitado en impulsar mejoras significativas de eficiencia en toda la flota. Entre 2018 y 2022, el trabajo de transporte aumentó ligeramente en aproximadamente un 1% anual, un ritmo más lento que el crecimiento anual del 3% entre 2008 y 2018. De manera similar, las mejoras en la intensidad de carbono se desaceleraron a aproximadamente 1.1% anual, muy por debajo de los niveles anteriores.
Según Tristan Smith, profesor en el Instituto de Energía de UCL, la industria del transporte marítimo tiene un potencial de eficiencia sin explotar. Smith destacó la necesidad de regulaciones más estrictas para fomentar mejoras operativas, agregando que las decisiones de la OMI sobre eficiencia y política energética en 2025 serán cruciales para alcanzar sus objetivos climáticos.
El informe también indica que, si bien la eficiencia técnica mejoró significativamente entre 2008 y 2012 gracias a avances como los “eco ships” y cambios operativos como la “reducción de velocidad”, estos logros se han estancado. Las barreras del mercado continúan limitando las mejoras en eficiencia, dejando muchas soluciones técnicas y operativas sin aprovechar.
El informe enfatiza que las ineficiencias de la flota siguen siendo un problema, con algunos barcos operando por debajo de su capacidad y pasando más tiempo en puertos en lugar de en el mar. Por ejemplo, los grandes petroleros mostraron mejoras en su Índice de Eficiencia Anual (AER), que supone capacidad de carga completa, pero mostraron un desempeño inferior en el Indicador de Eficiencia Energética Operacional (EEOI), que refleja la carga real transportada y el impacto práctico en las emisiones.
Según Haydn Francis, consultor en UMAS, los esfuerzos para reducir las emisiones se han estancado, subrayando la necesidad de estrategias específicas que aborden las tendencias variables entre tipos de buques. El informe hace un llamado a alinear la capacidad de la flota con la demanda de transporte marítimo para mejorar la eficiencia operativa y apoyar los esfuerzos de descarbonización en todo el sector.
Fuente: Offshore Energy