La principal compañía naviera rusa, Sovcomflot (SCF), que ya tiene dificultades para encontrar atracaderos para descargar sus cargas, se enfrenta a una nueva presión después de que el Reino Unido se sumara el jueves a los países que le han impuesto sanciones, con consecuencias para los seguros y la certificación.
Con una moderna flota de buques, la empresa estatal SCF es un transportista clave de petróleo y gas natural licuado ruso, pero anteriormente también transportaba cargas de otros países, como Estados Unidos.
Desde la invasión de Ucrania por parte de Moscú el 24 de febrero, fuentes navieras afirman que SCF se ha enfrentado a crecientes dificultades para concertar fletamentos, ya que los puertos, los compradores finales, las aseguradoras marítimas y otras empresas de transporte de mercancías se alejan del negocio ruso.
Incluso antes de que Londres impusiera sanciones a la compañía el jueves -junto con más bancos rusos, industrias críticas y una serie de la élite del país- el petrolero NS Champion, operado por SCF, se había visto obligado a cambiar de rumbo lejos de Gran Bretaña el 28 de febrero debido a las restricciones de atraque de los buques rusos.
Maria Angelicoussis, directora ejecutiva del Grupo Angelicoussis, una de las principales compañías navieras del mundo, declaró esta semana en la Cumbre Global de Materias Primas del FT que la flota de Sovcomflot estaba «enfrentándose a problemas», al tiempo que señalaba la tendencia más amplia de «gran indecisión» entre los armadores para transportar cargas rusas.
SCF no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
El viaje posterior del NS Champion lo llevó hacia la costa de Dinamarca, pero desde entonces ha vuelto a cambiar su rumbo hacia la zona del Mar Báltico, según muestran los datos de seguimiento de los buques.
La Unión Europea incluyó la semana pasada a SCF en la lista de empresas estatales rusas con las que tenía «prohibido participar directa o indirectamente en cualquier transacción» después de que finalizara un periodo de liquidación el 15 de mayo, Canadá la incluyó en una lista de entidades designadas en febrero, mientras que Estados Unidos le ha restringido la obtención de capital en sus mercados financieros.
«El enfoque de los gobiernos hacia Sovcomflot ha sido algo confuso y diferente entre jurisdicciones y ha dejado a la gente tratando de averiguar lo que están haciendo», dijo una fuente de la industria de seguros con conocimiento de la situación.
«La decisión (del Reino Unido) de esta mañana de imponer una congelación de activos significa que va a ser muy difícil para las compañías de seguros o reaseguradoras con sede en el Reino Unido. Ningún contrato puede funcionar sobre la base de una congelación de activos».
El sector marítimo ruso ya está lidiando con la supresión de servicios, incluida la certificación de buques, por parte de importantes proveedores extranjeros, como la británica LR y la noruega DNV.
Las sociedades de clasificación prestan servicios como la comprobación de la navegabilidad de los buques, y la certificación es esencial para garantizar el seguro y la entrada en los puertos. No está claro qué pasará con la flota de SCF una vez que se le retire la cobertura.
Un portavoz de DNV dijo el jueves que «todavía está en proceso de cerrar todos los negocios con entidades rusas y que Sovcomflot forma parte de este proceso».
Un portavoz de LR dijo por separado que «sigue desvinculándose de la prestación de todos los servicios a activos o empresas de propiedad, control o gestión rusa».
Los datos del transporte marítimo muestran que la empresa noruega Skuld proporciona cierta cobertura de seguro a los buques del SCF.
Stale Hansen, presidente y director general de Skuld, dijo que había buques con un «nexo ruso» en su cartera, y añadió que estaba supervisando todas las nuevas sanciones y sus consecuencias para la cobertura de los miembros de Skuld.
