Acción legal contra el gobierno del Reino Unido por licencias de petróleo y gas

Foto: Digitallook
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La acción legal iniciada por Oceana UK contra el gobierno del Reino Unido por la emisión de licencias de petróleo y gas en el Mar del Norte representa un desafío significativo al enfoque de la administración sobre la supervisión ambiental en el sector energético. El núcleo del caso de Oceana es que el gobierno, dirigido por la Secretaria de Estado Claire Coutinho, y la Autoridad de Transición del Mar del Norte, emitieron estas licencias sin considerar adecuadamente los impactos ambientales, particularmente en las áreas marinas protegidas (AMP).

La reclamación de Oceana se basa en la alegación de que las evaluaciones de los bloques designados para la extracción de petróleo y gas no estaban alineadas con el asesoramiento de expertos gubernamentales independientes. Esto, según el grupo conservacionista, constituye una violación de los requisitos legales. Argumentan que la decisión de otorgar estas licencias el 3 de mayo de 2024 desestimó consideraciones ambientales críticas y advertencias de expertos sobre el daño potencial a las AMP.

El contexto de esta batalla legal se enmarca en preocupaciones ambientales continuas. El Mar del Norte ha presenciado más de 2,000 derrames de petróleo desde 2011, con un número significativo ocurriendo dentro de las AMP. Estos derrames, junto con los riesgos asociados de exposición a productos químicos tóxicos y la contaminación acústica extrema por la exploración sísmica, representan graves amenazas para la vida marina.

Hugo Tagholm, director ejecutivo de Oceana UK, enfatizó que el problema no se debe a una falta de información, sino a una elección deliberada del gobierno de pasar por alto el asesoramiento de expertos, poniendo en peligro los ecosistemas marinos, el clima y las futuras generaciones. Esta postura se ve reforzada por el argumento legal presentado por Rowan Smith de Leigh Day, quien señaló el desdén del gobierno por la condena de sus expertos sobre los planes de expansión de petróleo y gas en el Mar del Norte.

Esta demanda también sigue un precedente en el que el desafío de Greenpeace contra las licencias de petróleo y gas del Reino Unido no tuvo éxito. En ese caso, el tribunal falló a favor del gobierno, que argumentó que no estaba obligado a evaluar las emisiones de gases de efecto invernadero «a posteriori» producidas por el consumo de petróleo y gas extraído.

El resultado del desafío legal de Oceana podría tener implicaciones significativas para las políticas ambientales del Reino Unido y su enfoque para equilibrar la seguridad energética con la protección ecológica. A medida que avanza este caso, destacará las tensiones entre los intereses económicos en la extracción de combustibles fósiles y la urgente necesidad de mitigar el daño ambiental y abordar el cambio climático.

Fuente: The Guardian

Fuente The Guardian
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