Hace ocho años, el 19 de noviembre, Colombia perdió el 43% de su territorio oceánico. Una decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que privó a Colombia de su derecho a preservar su biodiversidad marina caribeña, su zona de pesca artesanal cerca de San Andrés y Providencia y el lecho marinos ricos en petróleo y gas.
El lunes 19 de noviembre de 2012, los asuntos marítimos y oceánicos de Colombia recibieron noticias devastadoras. En la sede de la Corte Internacional de Justicia en La Haya, redefinieron los límites marítimos entre Colombia y Nicaragua, dejando a Nicaragua con el 43% del mar que antes pertenecía a los colombianos.
Antecedentes
El territorio insular del archipiélago de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y los cayos fue entregado a la soberanía de Colombia el 20 de noviembre de 1803 por medio de una Real Orden concedida por el Rey de España. En dicha orden, las Islas y la Costa del Mosquito que estaban bajo el control de la Capitanía General de Guatemala pasaron a formar parte del Virreinato de Nueva Granada; justificando la solicitud presentada por el Gobernador de San Andrés, Tomás O’Neill y un grupo de vecinos sobre la amenaza y peligro de la presencia de bucaneros y piratas en el Archipiélago.
Una vez que la Gran Colombia se independizó, continuó considerando a las Islas y la Costa de los Mosquitos como parte de Cundinamarca y el Istmo entre 1819 y 1830. Asimismo, permanece como territorio en la llamada República de la Nueva Granada, que hoy se conoce como Colombia, aunque sin control efectivo del territorio por parte de la misma.
En marzo de 1825 se firmó el Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua entre la República Federal de Centroamérica y Colombia, donde se acordó que los límites entre ambas naciones serían los existentes en ese momento. Este tratado invocaba el principio de uti possidetis iure de 1810, en el que las fronteras entre las provincias españolas pertenecientes a virreinatos o capitulaciones se determinaban en virtud de las órdenes reales o cédulas de división territorial existentes. En consecuencia, Colombia y los Estados sucesores de la República Federal de América Central (Nicaragua) se vieron obligados a cumplir la Real Orden de 1806, dictada antes del comienzo de 1810. De conformidad con el derecho internacional, Colombia ejercería la soberanía sobre las islas de San Andrés y Providencia.
Tras la disolución de la Capitanía General de Guatemala, los nuevos estados tuvieron que reconocer los acuerdos realizados por la antigua Capitanía. Sin embargo, Nicaragua pretendía ejercer la soberanía sobre las Islas Manglares, pertenecientes al Archipiélago de San Andrés, situación por la que Colombia interpuso una demanda ante la CIJ a través de su canciller Jorge Holguín, indicando que éstas son soberanas de Colombia.
Mediante el Tratado Esguerra-Bárcenas, firmado por los plenipotenciarios de ambas naciones, se resuelve la diferencia sobre el territorio y se otorga a Colombia la soberanía hasta el meridiano 82, es decir, al este y a Nicaragua desde ese meridiano al oeste.
En la ratificación, Nicaragua aclara que «el Archipiélago de San Andrés mencionado en la primera cláusula del Tratado no se extiende al oeste del meridiano 82 de Greenwich… «. De la ratificación se desprende claramente que el Tratado Esguerra-Bárcenas no establece límites entre los dos países.
Historia del tiempo
El 24 de marzo de 1928: Firma del Tratado Esguerra-Bárcenas
6 de diciembre de 2001: Nicaragua denuncia a Colombia ante la CIJ
8 de abril de 2003: Nicaragua presenta a tiempo el Informe Anual
21 de julio de 2003: Colombia presenta objeciones preliminares a la Corte Internacional de Justicia
13 de diciembre de 2007: La Corte Internacional de Justicia se pronuncia sobre las excepciones
11 de noviembre de 2008: Colombia presenta su contramemoria a la Corte
18 de septiembre de 2009: Nicaragua presentó su documento de réplica
18 de junio de 2010: Colombia entregó su Dúplica
Del 11 al 15 de octubre de 2010: Audiencias de solicitud de intervención de Costa Rica
18-22 de octubre de 2010: Audiencias sobre la solicitud de intervención de Honduras
4 de mayo de 2011: Decisión sobre la solicitud de intervención de los dos países
23 de abril al 4 de mayo de 2012: Inicio de la fase oral (Audiencias públicas)
19 de noviembre de 2012: La Corte Internacional de Justicia emite su sentencia final, que es definitiva y vinculante para las partes
14 de junio de 2013: Colombia reitera su rechazo al fallo de la CIJ
Positiones de cada Nación
Colombia asegura que los territorios le han pertenecido históricamente con la firma del tratado Esguerra-Bárcenas en 1928, sin embargo, este tratado no estableció los límites marítimos entre Colombia y Nicaragua en el meridiano 82 como aseguró el gobierno colombiano.
Nicaragua alega la invalidez del tratado alegando la ocupación estadounidense durante la firma. También alega que el derecho del mar (UNCLOS) no había surgido en ese momento y por lo tanto se violan los derechos de exclusividad marítima que actualmente se reconocen a los Estados.
Litigio
El 6 de diciembre de 2001, Nicaragua inicia ante la Corte Internacional de Justicia el caso de la República de Nicaragua contra la República de Colombia con respecto a los «Aspectos jurídicos que subsisten entre los dos Estados
En 2007 la Corte Internacional de Justicia falló a favor de Colombia, dando lugar a las excepciones preliminares invocadas por este país, contra la demanda presentada por Nicaragua, reconociendo la soberanía colombiana sobre las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Mencionando que este conflicto se resuelve por el tratado Esguerra-Bárcenas de 1928; sin embargo, el tribunal no definió la frontera marítima entre los dos países, zona rica en petróleo, solicitando los argumentos de cada país para concluir la sentencia pendiente sobre el fondo.
El 19 de noviembre de 2012, la CIJ se pronunció sobre la demanda de Nicaragua contra Colombia, argumentando que el archipiélago pertenece a Colombia, reafirmando la soberanía de Colombia sobre San Andrés, Providencia y los cayos de Alburquerque, Roncador, Serrana, Bajo Nuevo, Quitasueño y Serranilla. Sin embargo, con este fallo Colombia pierde el 43% de su territorio marítimo en el Caribe.
Colombia rechazó el fallo de la CIJ argumentando que el tribunal cometió graves errores al trazar la línea de demarcación. El 27 de noviembre de 2012, Colombia denunció ante la OEA el Pacto de Bogotá, instrumento por el cual Colombia reconoció la jurisdicción obligatoria de la CIJ. Después de que Colombia se retiró del Pacto de Bogotá, el gobierno de Juan Manuel Santos declaró que los límites no deben dejarse en manos de un tribunal, ya que este principio es compartido por otros países que han adoptado la misma posición que Colombia.
El 14 de junio de 2013, el Senado colombiano, encabezado por su presidente, Roy Barreras, reiteró que el Congreso de la República de Colombia no acepta la modificación de las fronteras debido al fallo de la CIJ. Según Barreras «la presencia de un juez de nacionalidad china, que no sólo no se declaró impedido, sino que tampoco admitió ante la Corte Suprema las motivaciones comerciales que estarían detrás del fallo contra Colombia, hacen aún más evidente la necesidad de rechazar ese fallo y reiterar la soberanía colombiana, sobre todo nuestro territorio terrestre y marítimo, como lo ha sido desde antes del 19 de noviembre de 2012″. Recordó que los artículos 101 y 150 de la Constitución Nacional determinan claramente que el Congreso acepta o no la verificación de los límites nacionales exclusivamente a través de la ratificación de tratados internacionales, fallo que también es cuestionable en este caso».
Situación actual
Después del paso del huracán Iota por la isla de San Andrés y Providencia, este problema se reaviva. Julio Londoño Paredes, actual decano de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario y, durante muchos años, agente especial de Colombia en el conflicto con Nicaragua, dijo a El Espectador, según Infobae, que «Colombia nunca se preocupó por el archipiélago, ni siquiera en el siglo XIX, el gobierno de entonces instruyó al embajador colombiano de entonces en Washington, Enrique Cortés, para que tratara de venderlo a Estados Unidos, pero en ese momento los norteamericanos no estaban interesados».
Londoño señaló a los medios de comunicación que sólo con la creación del Aeropuerto Internacional Gustavo Rojas Pinilla el país comenzó a valorar el archipiélago. En los últimos días, los habitantes de las islas están reviviendo el reclamo que durante años han hecho al actual gobierno, llamándose a sí mismos un «territorio olvidado» en el que aún queda mucho por hacer.
Editorial
La falta de conciencia de nuestros asuntos marítimos y oceánicos, junto con los años de negligencia y mala gestión en la OMI, ha dado lugar a un vacío legal y de soberanía que aísla a San Andrés y Providencia y deja a sus pescadores artesanales sin su fuente de sustento. También pone en peligro el cuidado y la conservación de la biodiversidad marina del Mar Caribe en el meridiano 82.
Actualmente, el pescado para el consumo se importa del Brasil y de otros países mediante el transporte marítimo a una isla llena de pescadores artesanales y rodeada de peces y crustáceos.