El miércoles, el buque granelero KSL Sydney fue atacado por hombres armados (Piratas) abordo de un bote rápido, a las afueras de la costa este de Somalia, demostrando que la piratería sigue siendo una amenaza en el Océano Índico occidental.
De acuerdo con la Operación Atalanta de IMB ICC y EUNAVFOR, un bote con cuatro piratas armados se acercó al buque granelero KSL Sydney en una posición a unos 340 nm de Mogadishu. El capitán reunió a la tripulación en el área habitacional del buque y activó la alarma SSAS. Mientras tanto, el equipo de seguridad abordo del buque granelero KSL Sydney involucró a los atacantes en un «intercambio sostenido de disparos», según EUNAVFOR. El ataque pirata finalmente se interrumpío y los piratas abandonaron la persecución.
«Debido a la aplicación de medidas de protección de BMP por parte del capitán, su tripulación y el equipo de seguridad abordo, el ataque de pirata se frustró y la tripulación y el barco se mantuvieron a salvo», dijo EUNAVFOR en un comunicado.
La piratería somalí ha caído en las estadísticas en comparación con su punto máximo en 2011-2012, cuando los atacantes piratas llegaban hasta aguas jurisdiccionales de la India. Una combinación de contratistas armados a bordo y patrullas navales multinacionales ayudaron a la masiva disminució de eventos de piratería, lo que resultó en varios años sin reporte de ataques. La piratería somalí reapareció el año pasado con una serie de ataques a pequeños buques extranjeros, incluido el secuestro del OS 35, que finalmente fue frustrado por las fuerzas navales chinas.
The Maritime Executive