ESPAÑA: Puerto de Barcelona aprueba acuerdo entre compañias estibadoras y trabajadores
El Puerto de Barcelona se convirtió en el primer puerto español en aprobar un acuerdo entre los sindicatos de estibadores y sus empleadores sobre las nuevas condiciones de trabajo para los estibadores derivadas de la reforma portuaria aprobada en mayo del año pasado.
El acuerdo es celebrado entre los sindicatos de trabajadores y la asociación de empleadores Anesco el año pasado, que fue seguido por extensas negociaciones sobre el quinto Acuerdo Marco.
El acuerdo aún no ha sido firmado por el estibador y las asociaciones de empresas portuarias del Puerto de Barcelona, dijo la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (Coordinadora), un sindicato portuario español.
Un tema importante en el acuerdo de junio fue la subrogación de todos los trabajadores por parte de las compañías de estiba, dijo Coordinadora.
Además, varias compañías de estiba en el puerto se comprometieron a llevar a cabo las actividades necesarias para transformar la sociedad de estiba local conocida como SAGEP en un centro de empleo portuario.
Para recordar, bajo la nueva ley de reforma portuaria aprobada por España en mayo de 2017, las compañías de estiba no tendrán que contratar trabajadores sindicalizados que sean miembros de SAGEP locales, lo que les permitirá contratar personal no sindicalizado. La disposición fue severamente boicoteada por estibadores que organizaron huelgas en todo el país en medio de temores de despidos masivos.
Las huelgas que golpearon los puertos del país tuvieron un gran impacto en la economía española teniendo en cuenta que el país depende de sus puertos para el 80 por ciento de sus importaciones totales y el 57 por ciento de sus exportaciones totales.
Las estimaciones del gobierno mostraron que solo la huelga de dos días lanzada el 14 de junio le costó al país USD 123 millones y resultó en el desvío de 34 barcos de los puertos españoles.
Además, aparte del impacto económico, a medida que las empresas desviaron sus barcos a puertos competidores como Sines, Marsella-Fos, Génova o incluso más al norte, a puertos como Amberes y Rotterdam, la competitividad de los puertos españoles también sufrió un duro golpe.
