En los últimos años, la industria automotriz china ha experimentado un crecimiento exponencial que está redefiniendo el panorama global. Con una estrategia agresiva de expansión, los fabricantes chinos han comenzado a desafiar a las marcas tradicionales de Occidente, penetrando en nuevos mercados con precios competitivos, tecnología innovadora y una fuerte inversión en producción y marketing.
Uno de los países que ha jugado un papel clave en esta expansión es México. Gracias a su mano de obra barata y su acceso libre de aranceles a EE.UU. y la Unión Europea, las empresas chinas han comenzado a establecer plantas de producción en territorio mexicano. Esto les permite evitar los altos aranceles impuestos por EE.UU. a las importaciones chinas, lo que representa una preocupación creciente para la industria automotriz estadounidense.
Dentro de Europa, España se perfila como un centro de producción estratégico para los fabricantes chinos. Con ventajas como infraestructura …
Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.