La industria de la construcción naval en 2024 ha experimentado una marcada disminución en los pedidos de buques impulsados por metanol, reflejando preocupaciones sobre la disponibilidad futura del metanol verde. En los primeros diez meses del año, los barcos impulsados por metanol representaron solo el 21% de los nuevos pedidos de capacidad, una disminución significativa en comparación con el 51% registrado en 2023.
Por el contrario, los pedidos de buques propulsados por gas natural licuado (GNL) han aumentado, convirtiéndose en la opción preferida para las navieras que buscan reducir las emisiones de carbono a corto y mediano plazo. Los buques impulsados por GNL ahora representan el 55% de la nueva capacidad del año, con un total de 1.76 millones de unidades equivalentes a veinte pies (Mteu), cuadruplicando los 440,000 teu pedidos en 2023.
Este cambio en la preferencia está impulsado en gran medida por preocupaciones sobre la cadena de suministro del metanol. Un informe reciente de la industria reveló que más de dos tercios de las instalaciones planificadas para la producción de metanol aún no han asegurado las aprobaciones presupuestarias finales, lo que genera dudas sobre la disponibilidad futura. Además, los costos de procesamiento, que han sido más altos de lo esperado, han dificultado aún más la adopción del metanol como una alternativa viable de combustible verde.
A mediados de octubre, se habían realizado un total de 264 pedidos de todos los tipos de propulsión en 2024, representando 3.11 Mteu, con el 77.5% de la capacidad clasificada como «tonelaje verde». Liderando la tendencia de adopción de GNL, Maersk, una de las mayores empresas navieras del mundo, anunció en agosto que dividiría su próxima expansión de flota entre barcos propulsados por GNL y metanol, con la división final dependiendo de la disponibilidad futura de combustible y las condiciones regulatorias.
Maersk ya ha comprometido diez barcos impulsados por GNL con contratos de largo plazo, y se cree que está detrás de otros pedidos adicionales de GNL. Con los barcos más grandes optando cada vez más por la propulsión a GNL, no se han realizado pedidos de buques propulsados por metanol de más de 14,000 teu este año.
El libro de pedidos total para 2024 ahora se divide entre GNL (41%), combustibles convencionales (31%) y metanol (28%). Esto marca un cambio significativo, con el potencial de convertir aún más los buques existentes preparados para GNL y metanol a propulsiones más ecológicas en el futuro.
