Como “acto de intimidación” calificó El Primer Ministro australiano, Scott Morrison, el hecho de que un buque de la marina china apuntara con un láser a uno de los aviones de vigilancia de su país frente a la costa norte.
El hecho se produjo tres días atrás, cuando un avión de patrulla P-8A Poseidón detectó un láser procedente de un buque de la marina china que navegaba hacia el este por el mar de Arafura, según información dada por el Departamento de Defensa de Australia en un comunicado a última hora del sábado. El primer ministro Morrison respondió a primera hora del domingo en comentarios televisados en Melbourne.
«Estoy muy preocupado por las acciones de uso de los láseres», dijo. «Es decir, no puedo verlo de otra manera que como un acto de intimidación, uno que no fue provocado, injustificado y Australia nunca aceptará tales actos de intimidación».
Las relaciones Australia y China se han deteriorado en los últimos años por cuestiones que van desde las inversiones hasta la supuesta injerencia extranjera en la política nacional. Se hundieron en 2020 cuando Morrison pidió una investigación sobre los orígenes de Covid-19, lo que enfureció a Pekín. Este respondió con acciones comerciales punitivas dirigidas a productos básicos australianos, desde el carbón hasta la cebada, las langostas y el vino.
Morrison dijo que Australia está planteando la cuestión del láser directamente a China a través de canales diplomáticos y de defensa. «Fue un acto imprudente e irresponsable y no debería ocurrir», dijo.
El ministro de Defensa, Peter Dutton, dijo que el incidente era un ejemplo de «intimidación agresiva» por parte de los militares chinos.
El líder de la oposición australiana, Anthony Albanese, se hizo eco de estos sentimientos, diciendo que el gobierno debería «hacer la declaración más fuerte posible» sobre el incidente. «Es un acto indignante de agresión que debe ser condenado y yo lo condeno», dijo.
El gobierno de Pekín ha aumentado su control sobre el Mar de China Meridional en la última década, construyendo estructuras artificiales en el territorio en disputa y enviando grandes barcos para impedir que los países vecinos extraigan pescado y energía de los mares. Australia ha respondido a esta escalada estrechando lazos con India y Japón y aumentando su propia capacidad militar.
La relación se complica aún más porque China es el mayor socio comercial de Australia.
El departamento de defensa de Australia dijo que el buque de la Armada del Ejército Popular de Liberación implicado en el incidente del láser acompañaba a otro barco chino y que ya ha transitado por el Estrecho de Torres. Ambos se encuentran ahora en el Mar del Coral, al este de Australia, dijo el departamento.
Apuntar con láseres a los aviones puede suponer un grave riesgo, ya que pueden cegar temporalmente a los pilotos. El departamento de defensa australiano dijo que este tipo de acciones no están en consonancia con las normas que se esperan de los militares profesionales.
«Actos como éste tienen el potencial de poner en peligro vidas», dijo. «Condenamos enérgicamente la conducta militar poco profesional e insegura. Estas acciones podrían haber puesto en peligro la seguridad y la vida del personal de las Fuerzas de Defensa australianas».
