Incautan cocaína en antigua patrulla de la marina neozelandesa

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La semana pasada, la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido interceptó una lancha patrullera reconvertida de la Armada neozelandesa y detuvo a sus seis tripulantes como sospechosos de tráfico de drogas. Tras un exhaustivo registro, los agentes sacaron dos toneladas de cocaína de sus escondites a bordo.

El yate reconvertido Kahu, antiguo patrullero de la Marina Real de Nueva Zelanda fue interceptado por los agentes de la NCA el jueves por la noche en una posición situada a unas 70 millas de la costa de Plymouth. El Kahu estaba realizando un largo viaje desde el Caribe, pero no llegó a su destino previsto; en su lugar, el equipo lo escoltó de vuelta a la costa para una «búsqueda profunda».

Sus seis tripulantes, entre ellos un ciudadano británico y cinco nicaragüenses, han sido detenidos y están bajo custodia.

«Se trata de un enorme botín de cocaína con un valor estimado en la calle de unos [220 millones de dólares]», declaró el subdirector de la NCA, Matt Horne. «No hay duda de que estas drogas se habrían vendido en comunidades de todo el Reino Unido… alimentando más delincuencia y miseria. Los grupos de delincuencia organizada están motivados por el dinero. La privación de estas drogas hará un agujero en los planes [del grupo] y en su capacidad para operar».

El Kahu, construido en 1979, fue reconvertido en el astillero neozelandés Fitzroy Yachts en 2011, y su antiguo propietario -el fundador de Fitzroy, Peter White-Robinson- declaró al National Post de Canadá que el buque sería un buen candidato para el contrabando debido a su autonomía. Para un crucero transpacífico, White-Robinson añadió suficiente espacio en los tanques para recorrer 8.000 millas entre puertos de abastecimiento de combustible. Vendió el buque en 2013 junto con Fitzroy Yachts, y desde entonces ha cambiado de manos varias veces.

La redada fue facilitada por la Policía Federal Australiana, que proporcionó a la NCA información obtenida a través del acceso de Australia a la plataforma de comunicación cifrada AnOm. El «teléfono seguro» AnOm fue concebido y creado por la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos para su distribución a presuntos delincuentes, y el FBI y sus socios internacionales utilizaron una puerta trasera en la aplicación para vigilar de forma encubierta a los sindicatos del crimen organizado durante años. En total, el esfuerzo encubierto capturó 27 millones de mensajes procedentes de 12.000 dispositivos de todo el mundo, lo que condujo a impresionantes redadas de drogas y a más de 800 detenciones.

«La operación Ironside ha abierto la puerta a una colaboración sin precedentes entre los organismos encargados de la aplicación de la ley de todo el mundo», declaró la Comisaria Adjunta de la AFP, Lesa Gale. «Este resultado pone de manifiesto la importancia de la asociación de la AFP con la NCA para combatir la delincuencia organizada transnacional que afecta a nuestros dos países».

Fuente The Maritime Executive
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